SCARLETT  O'HARA: " A Dios pongo por testigo de que no volveré a pasar hambre"

Lo que el viento se llevó

Título original: Gone with the wind.Producción David O'Selznick/ Metro Goldwyn Meyer, según novela de Margaret Mitchell. Director: Victor  Fleming.Reparto: Vivien Leigh ( Scarlett O'Hara), Clark Gable ( Reth Butler), Olivia de Havilland (Melania Hamilton), Leslie Howard ( Ashley Wilkes), Thomas Mitchell ( Gerard O'Hara), Hattie MacDaniel ( Mammie), Ona Munson ( Belle Watkins).

Lo que el viento se llevó proporcionó a una inglesa casi desconocida el papel más codiciado de Hollywood. La inglesa era Vivien Leigh, el personaje Scarlett O'Hara. En brazos del no menos mítico Clark Gable- un Reth Butler insustitutible- actriz y personaje adquirieron una identidad única. Fue un proceso de identificación que trascendió fuera de pantalla.
A pesar de su inmensa popularidad, Scarlett O'Hara no era una heroína simpática. Por el contrario, era egoísta, despótica y completamente amoral. De ahí su originalidad. Antes de Scarlett, el código de valores por el que se regían las grandes heroínas no tenía término medio: de un lado, las ingenuas virginales; del otro, las vampiresas, cuyo mensaje era puramente sexual.
Scarlett demostró ser mucho más peligrosa porque su comportamiento era mucho más cerebral. Scarlett se colocaba a la altura de cualquier hombre, aprovechándose de una engañosa apariencia de mujer- objeto. Arruinada por la guerra se enfrentó al cielo, completamente sola, y aulló su voluntad de prosperar a toda costa. No vaciló en trampas y ardides de todo tipo para conseguir una condición social apropiada al nuevo ritmo de vida que había tomado su sociedad. Una vez más, en la mitología americana triunfaría el pragmatismo del sel-made man.
Pero era triunfo aparente. La moral puritana siempre está para evitar el caos de las costumbres, de aquí que el tipo de mujer inaugurado por Scarlett no llegue nunca a alcanzar la felicidad. Al final de su itinerario hacia el poder, comprende que lo único verdaderamente importante es el amor de Reth. Pero el macho la repudia. Las convenciones triunfan una vez más, y el castigo es la única aspiración posible para la mujer que ha ido demasiado lejos.

Terenci Moix