Prefiero el paraíso por el clima; el infierno, por la compañía.
Mark Twain ( 1835-1910), escritor estadounidense.
Nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿ Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea y sabemos que así será.
Johann W. Goethe (1749-1832), escritor alemán.
El amor es más frío que la muerte.
Rainer Werner Fassbinder (1945-1982), cineasta alemán.
Es la misma lluvia la que en la tierra inculta hace crecer zarzas y espinas, y en los jardines, flores.
Ludwig van Beethoven (1770-1827) músico alemán.
Lo que la lluvia es para el fuego, eso es la lástima para la ira.
Arthur Schopenhauer (1788-1860), filósofo alemán.
En lo más crudo del invierno aprendí al fin que había en mí un invencible verano.
Albert Camus (1913-1960), novelista francés.
Las causas de las lluvias son: la alta presión atmósferica, los frentes fríos, el aire caliente y húmedo ... y los fines de semana.
Paul Sweeney ( nacido en 1959), economista y sociólogo irlándes.
Tanto depende la economía de los economistas, como el clima de los meteorólogos.
John P. Kotter ( nacido en 1957), economista estadounidense.
Si por culpa del mal tiempo, las nubes y la lluvia, vemos frustrado nuestro deseo de pasar el tiempo relajándonos al sol, nuestra felicidad se va al traste con gran facilidad.
Dalai Lama ( nacido en 1935), líder espiritual y político del Tíbet.
Hoy el hombre se cree de talla suficiente para luchar con ventaja contra la naturaleza y formarla a su imagen regularizando el clima y las fuerzas impetuosas de la tierra.
Elisée Reclus (1830-1905), geógrafo anarquista francés.
La naturaleza, como ser viviente, quiere ser apaciblemente seguida y mejorada, no dominada por la fuerza.
Johann G.von Herder ( 1744-1803), filósofo alemán.
Todos los grandes hombres ven cosas en la suave neblina de un día de primavera o en el rojo fuego de una tarde de invierno. Algunos dejamos que estos sueños mueran, pero otros los alimentan y protegen.
Woodrow Wilson (1856-1924), presidente de Estados Unidos.
¡ Felices los países donde todos los elementos de la temperatura están equilibrados y suficientemente bien combinados para tener únicamente efectos buenos!
George Leclerc Bufón (1707-1787), naturalista francés.
Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.
Robert G. Ingersoll ( 1833-1899), político estadounidense.